Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad. Se trata de diecisiete objetivos desglosados en 169 metas; se constituyen en una herramienta de planificación y seguimiento para los países, tanto a nivel nacional como local, y están diseñados para acabar con la pobreza, el hambre, el sida y la discriminación contra mujeres y niñas, incluidas las desigualdades de género contra las mujeres y el ejercicio de sus Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos.